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Durante la II Guerra Mundial, las emisiones radiofónicas se escuchaban a menudo de forma fragmentaria, por lo que lo que los mensajes recibidos no se
Via Ricard Lloria
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Via Ricard Lloria
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Un artículo interesante aunque, desde mi perspectiva, parte de una base falsa, que las personas, mayoritariamente, sabemos escuchar, lo cual está lejos de la realidad.
La mayor parte de las personas hemos sido educadas en un ambiente de "ataque-defensa", lo que hace que cuando escuchamos, en el momento en el que oímos algo que nos "rechina" paremos de escuchar y comencemos a pensar en nuestra respuesta, cuando no interrumpimos para hacernos oír ya.
Tal y como corre por la red, escuchamos para "contestar" en vez de para "comprender".
La segunda afirmación con la que estoy en desacuerdo es con la de Carles Escera, catedrático del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona que comenta que:
“Hoy día se recurre a la neurociencia para explicar cualquier fenómeno social, pero el cerebro no ha cambiado, sino que se sigue rigiendo por sus mismos principios de funcionamiento”
Difiero porque, por definición, somos seres evolutivos y si somos seres en continua evolución, es una contradicción decir que el cerebro sigue igual. El cerebro está cambiando continuamente y más hoy en día con la capacidad "sináptica" que nos confieren las redes sociales al enfrentarnos continuamente con posiciones diferentes a las nuestras y que nos hacen redefinir o confirmar la nuestra.
Y por último, un tema que no aborda es que la atención cuando queda atrapada en algo que realmente le interesa, ni deficit de atención ni nada ... ¿no deberíamos hacer también autoevaluación respecto al interés de lo que aportamos?